6/17/2015
El árbol de la vida y la Pascua, y Cristo en su segunda venida
Los seres humanos no estamos libres de la muerte. La Biblia dice que la muerte se originó en el pecado de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
La mayoría de los cristianos conocen acerca del árbol de la ciencia del bien y del mal, el cual guía a la muerte. Sin embargo, no saben que existe el árbol de la vida, ni tampoco saben que hasta los pecadores pueden vivir para siempre si comen de él.
Génesis 2:9 “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.”
¿Para qué es el árbol de la vida? ¿Y para qué es el árbol de la ciencia del bien y del mal?
Génesis 2:16-17 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
Si Adán y Eva comían del árbol de la ciencia del bien y del mal, morirían sin falta. Sin embargo, fueron engañados por el diablo y comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal. Como resultado, toda la humanidad fue destinada a morir. ¿Existe alguna manera para que la humanidad viva para siempre?
Génesis 3:22 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.”
Incluso las personas destinadas a morir por comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, pueden vivir para siempre si comen del árbol de la vida. La única manera de restaurar la vida para la humanidad destinada a morir, es comer del árbol de la vida. Entonces, ¿qué es el árbol de la vida que nos da la vida eterna? Jesús dijo que declararía cosas escondidas desde la fundación del mundo.
Mateo 13:34-35 “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.”
Entre muchos secretos escondidos, Jesús reveló el secreto del árbol de la vida de la siguiente manera:
Juan 6:53-55 “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.”
El árbol de la vida por el cual podemos tener la vida eterna, es una parábola cuya realidad es la carne y la sangre de Jesús. Jesús prometió que el pan y el vino de la Pascua son su carne y su sangre.
Mateo 26:17-28 “Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. […] Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto [el pan de la Pascua] es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto [el vino de la Pascua] es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
Por lo tanto, todo aquel que cree en la promesa de Jesús y come el pan y bebe el vino de la Pascua, tiene vida eterna. Sin embargo, esta preciosa verdad de la Pascua fue abolida por la Iglesia Católica Romana en el Concilio de Nicea en 325 d. C. La abolición de la Pascua significa que los seres humanos perdimos el árbol de la vida y también la esperanza de la vida eterna. ¿Quién puede restaurar el árbol de la vida y guiarnos al camino de la salvación?
La Biblia profetiza que Cristo, que aparecerá por segunda vez, nos guiará al camino de la salvación.
Hebreos 9:28 “así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.”
Hace dos mil años, Jesús trajo el árbol de la vida, la Pascua, para dar salvación. De la misma manera, Cristo en su segunda venida, que aparecerá para traer salvación, también debe traer la verdad de la Pascua. Cristo Ahnsahnghong es quien nos ha traído la Pascua.
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM), fundada por Cristo Ahnsahnghong, es la única iglesia que celebra la Pascua al anochecer del día 14 del primer mes según el calendario sagrado, conforme a las reglas del nuevo pacto. Las iglesias que solo enseñan sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal, que es la causa de la muerte, no son las iglesias de la salvación. La iglesia que predica la verdad del árbol de la vida, que es la verdadera noticia de salvación por la cual podemos recibir la vida eterna, es la iglesia de la salvación.
6/10/2015
Pregunta y Respuesta de la Biblia
P. Llamamos al Espíritu Santo “Dios”, y también decimos que recibimos el Espíritu Santo en las fiestas solemnes. ¿Cómo podem os definir al Espíritu Santo?
R. Hay muchos casos en la Biblia en que la misma palabra se usa para diferentes significados. Por ejemplo, cuando buscamos la palabra “ley” en el Nuevo Testamento, la ley indica fundamentalmente a los diez mandamientos que fueron dados en la época de Moisés o las explicaciones detalladas relacionadas a ellos (Ro. 7:7, Stg. 2:11, Jn. 8:5, 17). Sin embargo, a veces se refiere al Pentateuco que incluye la ley, o incluso a todo el Antiguo Testamento (Gá. 4:21, Lc. 24:44, Jn. 12:34). Por supuesto, están relacionados entre sí, pero estrictamente hablando, son cosas diferentes.
Lo mismo sucede con la palabra “Espíritu Santo”. Originalmente, el Espíritu Santo se refiere a Dios que tiene personalidad, pero también decimos que recibimos el Espíritu Santo cuando recibimos una habilidad especial por la presencia del Espíritu Santo con nosotros.
El Espíritu Santo es Dios con personalidad
El Espíritu Santo significa “el espíritu de Dios que es santo”. Algunos insisten en que el “espíritu” no es una persona sino una fuerza activa sin forma, como una ola o energía eléctrica, así que también el Espíritu Santo es simplemente una fuerza activa de Dios. Pero esta insistencia conlleva a la conclusión absurda de que Dios y
Jesús no son seres con personalidad sino una simple energía; porque la Biblia testifica que Dios es Espíritu, y que Jesús también es Espíritu.
Jn. 4:24 “Dios es Espíritu; [...]”
2 Co. 3:17 “Porque el Señor [Jesús] es el Espíritu; [...]”
El Espíritu Santo a veces se contrista, gime, intercede y piensa. Si el Espíritu Santo no fuera un ser con personalidad sino una fuerza activa como la energía, ¿podría contristarse, gemir, interceder o pensar?
Ef. 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, [...]”
Ro. 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
El Espíritu Santo es el mismo Dios Padre y Dios Hijo
Las personas malinterpretan que Dios y el Espíritu Santo son diferentes porque el Espíritu Santo está escrito como el espíritu de Dios, pero el Espíritu Santo y Dios son uno solo y el mismo. Al igual que yo y mi espíritu no existen como dos seres separados sino que son uno y el mismo, es decir yo mismo, el espíritu de Dios no existe separadamente de Dios, sino que Él es Dios mismo.
1 Co. 2:10-11 “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”
El Espíritu Santo conoce los pensamientos de Dios, que solo pueden ser conocidos por Dios. Esto no podría suceder si Dios y el Espíritu Santo fueran diferentes. Dios Padre, que es el Espíritu Santo, vino a la tierra como un hijo; Él es Dios Hijo Jesús.
Is. 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Ro. 9:5 “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.”
La Biblia testificó que Jesús, que nació como un bebé en esta tierra, es Dios alabado para siempre, porque Jesús es fundamentalmente Dios Padre. Si Jesús es Dios, ya que Dios es el Espíritu Santo, Jesús también es el Espíritu Santo.
Ro. 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
Ro. 8:34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
La Biblia dice que el Espíritu Santo intercede por nosotros, y también dice que Jesús intercede por nosotros. Es porque el Espíritu Santo es Jesús.
1 P. 1:10-11 “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”
2 P. 1:20-21 “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
El apóstol Pedro dijo que las profecías concernientes a la venida de Cristo, es decir, las profecías del Antiguo Testamento, fueron escritas por el “Espíritu de Cristo”, y volvió a decir que la Biblia fue escrita por los profetas que fueron inspirados por el “Espíritu Santo”. Esto también muestra que el Espíritu Santo y el Espíritu de Jesús son uno y el mismo.
Como hemos estudiado antes, el Espíritu Santo, Jehová Dios y Jesús son uno y el mismo. Aunque tienen diferentes títulos y nombres, son el mismo Dios. Esta es la misma lógica que aplicamos cuando nombramos la sustancia H 2 O como agua, hielo o vapor, cuando en realidad es la misma.
Dones del Espíritu Santo
Cuando viene el Espíritu Santo, es decir Dios, recibimos habilidades especiales. Estos son los dones del Espíritu Santo. La Biblia dice que el mismo Espíritu nos da palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, profecía, diversos géneros de lenguas, etc. (1 Co. 12:4-11). Por cierto, concerniente al recibimiento de los dones del Espíritu Santo, a veces la Biblia simplemente dice que recibimos el Espíritu Santo. Es por eso que algunos pueden malinterpretar que el Espíritu Santo mismo es las habilidades, pero como dijimos antes, el poder mismo no es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es fundamentalmente Dios con personalidad; el Omnisciente y Omnipotente Dios que llena el universo entero viene a los santos y les da dones o habilidades especiales. Por tanto, es apropiado comprender que recibimos los dones del Espíritu Santo cuando decimos que reciben el Espíritu Santo.
Hch. 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Hch. 10:44-46 “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.”
Los apóstoles hablaron en otros idiomas, y la familia de Cornelio habló en lenguas cuando Pedro predicó el evangelio; esto fue porque recibieron del Espíritu Santo el don de hablar en otras lenguas.
Esto muestra claramente que la habilidad misma no es el Espíritu Santo, sino el don del Espíritu Santo, es decir, la habilidad aparece cuando el Espíritu Santo viene sobre los santos. Por tanto, podemos comprender las palabras: “Recibimos el Espíritu Santo guardando las fiestas del nuevo pacto”, como: “El Espíritu Santo, aunque invisible, viene sobre nosotros y nos da los dones de la sabiduría, ciencia, fe, etc.”
Las personas del mundo consideran usualmente “el don del Espíritu Santo” como otras lenguas o dones de sanación que son visibles, pero en realidad la Biblia menciona la sabiduría para comprender a Cristo, o las palabras de conocimiento, o fe, antes que las lenguas o dones de sanación (1 Co. 12:7-10, 28). Y está escrito
que el mayor entre los dones del Espíritu Santo es el amor.
1 Co. 12:31-13:3 “Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
Las fiestas del nuevo pacto son la verdad misma que el Padre y la Madre celestiales establecieron con gran amor, sacrificándose hasta la muerte para salvar a los pecadores que estaban destinados a morir. Por consiguiente, la manera de recibir los dones del Espíritu Santo es grabar el amor del Padre y la Madre en lo profundo de nuestro corazón y guardar las fiestas del nuevo pacto.
¿El alma es inmortal?
Hoy en día, muchas denominaciones tienen
amplias creencias sobre la inmortalidad del alma. Sean religiosos o no,
la contemplación acerca del alma se ha venido considerando durante
mucho tiempo. La gente ha establecido la doctrina de la inmortalidad del
alma mediante varias teorías, las cuales integra con la religión. Sin
embargo, estas alegaciones no provienen de un fundamento bíblico, sino
que son teorías únicamente creadas por filósofos medievales o eruditos
religiosos. Examinemos la diferencia entre la perspectiva bíblica sobre
el alma y la doctrina de la inmortalidad del alma.
La doctrina de la inmortalidad del alma
① Fundamento
Platón (427-347 a. C.), el filósofo griego, heredó la doctrina de la inmortalidad del alma de su maestro Sócrates (469-399 a. C.), y sistematizó la teoría del dualismo de la mente y el cuerpo. Se ha dicho que Sócrates solidificó firmemente la idea de la inmortalidad del alma después de viajar a Egipto. No es de extrañar por qué llegó a tal conclusión, pues los egipcios preservaban los cadáveres en estado de momias. Esta famosa preservación era una provisión supuestamente para el tiempo en que las almas retornaran, lo cual reafirma que la idea de la inmortalidad del alma proviene de la religión de los antiguos egipcios.
Platón (427-347 a. C.), el filósofo griego, heredó la doctrina de la inmortalidad del alma de su maestro Sócrates (469-399 a. C.), y sistematizó la teoría del dualismo de la mente y el cuerpo. Se ha dicho que Sócrates solidificó firmemente la idea de la inmortalidad del alma después de viajar a Egipto. No es de extrañar por qué llegó a tal conclusión, pues los egipcios preservaban los cadáveres en estado de momias. Esta famosa preservación era una provisión supuestamente para el tiempo en que las almas retornaran, lo cual reafirma que la idea de la inmortalidad del alma proviene de la religión de los antiguos egipcios.
El dualismo del cuerpo y el alma es una
teoría que expone que la mente (el alma) y el cuerpo están separados, y
el alma continúa existiendo después de la muerte física. Con el
fundamento de esta teoría, el punto principal de la inmortalidad del
alma es que esta no perece sino que existe para siempre. Quienes
sostienen y están de acuerdo con la inmortalidad del alma, aseguran que
la expresión bíblica “vida eterna” apoya esta teoría. La vida eterna es
una promesa hecha por Dios a su pueblo, a nosotros. Es por esta razón
que alegan que las almas no pueden morir sin importar en qué condición
estén, y que existen eternamente.
Con respecto al dualismo de mente y cuerpo de Platón, dice:
Un
alma que no está separada apropiadamente del cuerpo podría convertirse
en un fantasma y desear ansiosamente regresar a su cuerpo. Sin embargo,
el alma de los filósofos (considerada un alma pía) morará libremente en
los cielos. En el “Argumento de la afinidad”, Platón considera el alma y
el cuerpo de manera diferente en dos categorías opuestas. Él considera y
afirma que las personas no necesitan temer a la muerte porque solo el
cuerpo perecerá y no el “interior”. Con esta alegación, surgen preguntas
como qué cuenta como “yo”. Nuestros pensamientos e ideas están formados
e inspirados por lo que vemos, escuchamos y sentimos, y estos sentidos
están conectados con nuestro cuerpo que no puede sobrevivir a la muerte.
Algunos podrían preguntarse si nos es posible escapar de ella.
Identificar el yo que creemos tener, con el yo de la inteligencia.
(Plato (SparkNotes Philosophy Guide) [NOOK Book] SparkNotes Editors)
Según lo mencionado anteriormente, la
idea de Platón se impuso al judaísmo cerca del siglo i, por el filósofo
judío Filón de Alejandría (20 a. C. – 50 d. C.)
Posteriormente, Orígenes (184-254 d.
C.), que sirvió como el rector del Seminario de Alejandría, impuso el
“neoplatonismo”, insistiendo en que su alma era inmortal. Él escribió en
Sobre los Principios de Orígenes: “El alma, teniendo un sustancia y una
vida propia, después de su partida de este mundo, debe ser recompensada
según sus obras, siendo destinada a obtener o bien una herencia de vida
eterna y bienaventuranza, si sus acciones procuraron esto, o bien ser
echada al fuego eterno y al castigo, si la culpa de sus crímenes es
merecedora de esto”. (Ante-Nicene Fathers, vol. 4, p. 240, 1995)
Tertuliano (160-230 d. C.) insistió en
la doctrina del castigo eterno, que escribió en De Spectaculis: “Cómo
admirar, cómo reír, cómo regocijarse, cómo ser exultante cuando
contemplo a tantos monarcas orgullosos y dioses imaginarios, que gimen
en el abismo más bajo de las tinieblas; a tantos magistrados, que
persiguieron el nombre del Señor, en la licuefacción de los incendios
más voraces que alguna vez encendieron contra los cristianos”. (De
Spectaculis, cap. xxx)
En el siglo v, según Agustín (354-430 d.
C.), estas dos doctrinas: la inmortalidad del alma y el castigo eterno,
recibieron el firme apoyo de las iglesias. En el siglo xiii, estas
doctrinas finalmente se sistematizaron como la doctrina católica creada
por Tomás de Aquino (1225-1274 d. C.). La Divina Comedia, escrita por el
poeta Dante Alighieri, es una epopeya que presenta el infierno, el
purgatorio y el paraíso, que se escribió en base a la doctrina de la
inmortalidad del alma.
La inmortalidad del alma fue una
doctrina de la ideología filosófica pagana, que no existía en la Biblia,
y se convirtió en la raíz del cristianismo. En 1513, el papa León X
emitió una bula papal llamada Apostolici Regiminis en el V Concilio de
Letrán, para considerar herejes a todos los que negaran dicha doctrina.
② Grupos religiosos
La “inmortalidad del alma” es la doctrina central de todas las iglesias cristianas, no solo de la Iglesia Católica. Es por eso que los cristianos consideran herejes a todos los grupos religiosos que niegan esta doctrina.
La “inmortalidad del alma” es la doctrina central de todas las iglesias cristianas, no solo de la Iglesia Católica. Es por eso que los cristianos consideran herejes a todos los grupos religiosos que niegan esta doctrina.
③ Conclusión
La teoría de la inmortalidad del alma se formuló cuando se introdujeron al cristianismo otras ideologías filosóficas paganas. Cuando se inició la reforma religiosa en 1517, Juan Calvino, teólogo francés (1509-1564), se opuso a esta doctrina. Anterior a esto, Juan Wiclef (1330-1384), profesor de la Universidad de Oxford de Reino Unido, Martín Lutero (1483-1546), y muchos otros reformadores, señalaron que la doctrina de la “inmortalidad del alma” de la iglesia medieval, era una idea pagana.
La teoría de la inmortalidad del alma se formuló cuando se introdujeron al cristianismo otras ideologías filosóficas paganas. Cuando se inició la reforma religiosa en 1517, Juan Calvino, teólogo francés (1509-1564), se opuso a esta doctrina. Anterior a esto, Juan Wiclef (1330-1384), profesor de la Universidad de Oxford de Reino Unido, Martín Lutero (1483-1546), y muchos otros reformadores, señalaron que la doctrina de la “inmortalidad del alma” de la iglesia medieval, era una idea pagana.
William Tyndale, erudito y reformista
(1494-1536), aclaró esto en su libro An Answer to Sir Thomas More’s
Dialogue, volumen 4, capítulo 2:
“Y me maravillo de que Pablo no haya consolado a los tesalonicenses con esta doctrina, si la hubiera conocido, de que las almas de sus muertos estarían con regocijo; tal como hizo con la resurrección, de que sus muertos debían resucitar. Si las almas están en el cielo, con gran gloria como los ángeles, según tu doctrina, muéstrame para qué sirve la resurrección.” (An Answer to Sir Thomas More’s Dialogue, p. 118 [1850])
“Y me maravillo de que Pablo no haya consolado a los tesalonicenses con esta doctrina, si la hubiera conocido, de que las almas de sus muertos estarían con regocijo; tal como hizo con la resurrección, de que sus muertos debían resucitar. Si las almas están en el cielo, con gran gloria como los ángeles, según tu doctrina, muéstrame para qué sirve la resurrección.” (An Answer to Sir Thomas More’s Dialogue, p. 118 [1850])
Punto de vista bíblico
① Fundamento
La Biblia no testifica la inmortalidad del alma, sino la extinción del alma.
La Biblia no testifica la inmortalidad del alma, sino la extinción del alma.
Ezequiel 18:4, Santa Biblia versión Reina Valera 1960 “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”
Mateo 10:28, Santa Biblia versión Reina Valera 1960
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar;
temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el
infierno.”
Apocalipsis 20:13-14, Santa Biblia versión Reina Valera 1960
“Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de
fuego. Esta es la muerte segunda.”
La Biblia define con gran detalle la
extinción del alma, la segunda muerte, que se aplica a las almas que han
pecado. Además, para ser perdonados de la segunda muerte, las
Escrituras instan a los lectores a mantener la vida de su alma guardando
los mandamientos de Dios durante el lapso de su vida.
② Grupos religiosos
Los principales grupos religiosos que niegan la inmortalidad del alma son los Testigos de Jehová, la Iglesia Adventista del Séptimo Día y la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial. La extinción del alma que creen los Testigos de Jehová fundamenta que cuando una persona muere, su cuerpo se extingue junto con su alma. Sin embargo, la Biblia testifica que el alma “será juzgada según sus obras” (Ap. 20:13-14). La Iglesia Adventista del Séptimo Día insiste en la doctrina del “sueño del alma”, lo cual significa que el alma no se extingue sino que duerme. Esta teoría está más relacionada con la inmortalidad del alma. El único grupo religioso que cree en la existencia del alma conforme a la Biblia, y tiene el entendimiento completo sobre la extinción del alma que pecare, y lo sigue, es la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.
Los principales grupos religiosos que niegan la inmortalidad del alma son los Testigos de Jehová, la Iglesia Adventista del Séptimo Día y la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial. La extinción del alma que creen los Testigos de Jehová fundamenta que cuando una persona muere, su cuerpo se extingue junto con su alma. Sin embargo, la Biblia testifica que el alma “será juzgada según sus obras” (Ap. 20:13-14). La Iglesia Adventista del Séptimo Día insiste en la doctrina del “sueño del alma”, lo cual significa que el alma no se extingue sino que duerme. Esta teoría está más relacionada con la inmortalidad del alma. El único grupo religioso que cree en la existencia del alma conforme a la Biblia, y tiene el entendimiento completo sobre la extinción del alma que pecare, y lo sigue, es la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.
③ Conclusión
La palabra herejía, 異端 en caracteres chinos, significa literalmente “el final es diferente”. El inicio es similar pero el final es diferente. Pensando en su significado, en efecto la doctrina de la inmortalidad del alma pertenece a la “herejía”. “El alma existe cuando deja el cuerpo”, que es la raíz y el tronco de la doctrina de la inmortalidad del alma, es evidentemente la enseñanza de la Biblia; pero la inmortalidad del alma no existe en la Biblia. La Biblia testifica claramente que el alma que pecare, morirá.
La palabra herejía, 異端 en caracteres chinos, significa literalmente “el final es diferente”. El inicio es similar pero el final es diferente. Pensando en su significado, en efecto la doctrina de la inmortalidad del alma pertenece a la “herejía”. “El alma existe cuando deja el cuerpo”, que es la raíz y el tronco de la doctrina de la inmortalidad del alma, es evidentemente la enseñanza de la Biblia; pero la inmortalidad del alma no existe en la Biblia. La Biblia testifica claramente que el alma que pecare, morirá.
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